jueves, 30 de enero de 2014

Volaaaaréeee

Volar con Qatar Airways significa disfrutar de la pesadez de estar horas y horas encerrada con un montón de desconocidos. El trato exquisito de su tripulación, tanto la de tierra como la de aire, ayudan a que las interminables horas que me separan de mi destino sean más llevaderas. Un pica pica, la comida, continuos paseos ofreciendo bebidas… Todo un lujo a un precio relativamente asequible. Sólo le pediría dos cosas a esta gran compañía: uno, que ya va siendo hora de tener wifi en los vuelos de larga distancia y, dos, ¿por qué siempre me toca delante el que reclina el asiento al tope? ¡Quiero asientos no reclinables ya!
Avión de Qatar Airways en el aeropuerto de Barcelona

Al pan, pan
16:30h. Lunch service. Poco antes la tripulación ha pasado ofreciendo una bebida y un snack; sinceramente llegué a creer que ésa sería la comida principal. Pero no, llegó la hora de la comida - cena. Dos menús a elegir, chicken with rice or fish with chips. Yo elijo el pescado, con otro vasito de vino (french wine). La comida muy buena, una ensalada con una salsa de vinagre dulce, un trozo de pescado acompañado de patatas al horno, zanahorias y brócoli, regado con una suave salsa, y un pastelito de manzana de postre. Todo muy rico, qué afortunada soy con las comidas de los aviones (o que conformista). 

Lo más sorprendente, el pan: os lo juro, era pan, no pan blandujón, recalentado o el típico bollito dulzón, no no, pan pan. Pan crujiente y sabroso, que bien podías acompañar con un quesito de “La Vaca que Ríe” o untarlo con mantequilla. Yo he preferido comérmelo solo, disfrutar de su sabor tan terrenal, a saber cuanto tiempo pasaré sin degustar un buen trozo de pan… (Si me hubiesen dado aceite juro que habría besado a la azafata)
Ya están aquí de nuevo, qué servicio más completo. Recogen las bandejitas, ofrecen más bebidas, coffee or tea? Baja la intensidad de las luces, parece que es hora de dormir…

Comida de avión, a qué no tiene tan mala pinta?

P.D. Definitivamente estoy rodeada de chinos cochinos.

La hora de la merienda
19:15 hora española. Hora local… no lo tengo muy claro. Nos encienden las luces. Ayyyy, ahora que me había dormido al fin y estaba teniendo dulces sueños… Faltan unas dos horas para llegar a Doha. Al parecer es hora de la merienda (?). No tengo nada de hambre pero sí sed así que me pido un te y me entregan también algo así como un wrapp vegetal, acompañado de un pastelito de chocolate, ¿ring?

Como viajera curiosa que soy decido probarlo, ya sabéis que para poder contar primero hay que experimentar en primera persona. Así que le doy un mini bocadito al enrollado. Quema, y pica un poco, pero apenas le saco el sabor. A ver, otro bocadito más, todo sea por la ciencia… NOOOOOOOO!!!! Un chorretón de relleno rojo y pringoso se escapa del wrapp y va a parar directamente a mis pantalones, al asiento y al suelo. NOOOOO!!!! Por qué????? Menuda se lía, menuda acabo de liar. Pego un salto, pero no llego muy lejos porque el cinturón me retiene en el asiento. Los dos chinos de delante se han girado con cara de diversión. Salgo corriendo hacia el lavabo, buscando lo que sea para echar en el pantalón y evitar que el curry se me adhiera para siempre en el pantalón (sí, salsa de curry). Agua, jabón, más agua, papel… Ya no sé qué más hacer, habrá que esperar a que se seque la mancha. Vuelvo al asiento, miro al enrollado con cara de pocos amigos, pero no me atrevo a tocarlo; como venganza hacia mi pringoso enemigo meto el dedo en el pastelito de chocolate, ¡tú sufrirás en lugar de tu compañero! Me bebo el te. Se acabó la merienda.
¿Y a qué viene tanto drama? Lo sé, lo sé, no es tan grave, esas cosas pasan. Se lava y se estrena. Pero es que yo traigo sólo dos mudas de ropa (sí, sólo dos) y antes de pisar suelo camboyano ya me he manchado una…

En fin, sólo se trata de un poco de curry oloroso, lo mismo ni se nota…
El culpable de mi desgracia y su cómplice


Barça - Qatar Team
20:45 hora española, 22:45 hora en Qatar. Estamos a punto de aterrizar, Magnífico vuelo, como siempre con esta gran compañía. Lo mejor, el anuncio publicitario Qatar - Barça que te ponen en la pantalla justo antes del aterrizaje. 
Os dejo en enlace del vídeo, por si alguien no lo ha visto, que no tiene desperdicio (por cierto, lo de Puyol es pasarse un poco, ¿no?)

Ya sólo queda otro vuelo, ¡cada vez más cerca de Camboya!

P.D. ¡La mancha del pantalón apenas se nota!
  
(Escrito durante el vuelo Barcelona - Doha, publicado desde Europe Guest House en Phnom Penh)

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