miércoles, 14 de mayo de 2014

Jardines de Canela

"Jardines de Canela" es el título del último libro que acabo de leer. 
Ya que no puedo viajar tanto como quisiera, al menos "viajo con la imaginación".


El argumento del libro se desarolla en Sri Lanka, durante el año 1927, cuando las expresiones "independencia" y "sufragio universal" empiezan a tomar fuerza. Uno de los motivos por los cuales lo pedí a la biblioteca es porqué Sabela lo recomienda en su blog.

Aunque al principio me costó engacharme, debo reconocer que el final me ha pillado por sorpresa, es decir, el libro se me ha hecho corto.

Me he sentido transportada a esa Sri Lanka de principios del siglo XX; los nombres de los lugares no me eran desconocidos ni la historia ajena. Lo recomiendo a todo alquel que quiera indagar un poco más sobre el pasado de este país o que tenga pensado viajar a él; además, os garantizo que el argumento os sorprenderá.

El autor es Shyam Selvadurai, un escritor nacido en Sri Lanka pero que se trasladó a los 19 años a Canadá.

Os copio un fragmento del argumento del libro, por si aún dudáis...

Construido sobre una antigua plantación de canelos, Jardines de Canela es un barrio residencial de Colombo... Corre el año 1927 cuando la independencia y el sufragio universal remueven las apacibles aguas del milenario país, donde las mujeres se limitan al silencioso cumplimiento de los deberes en el hogar, sin eclipsar jamás al hombre... los protagonistas, estimulados por el aire fresco de la libertad, ya no soportan vivir bajo el yugo de las convenciones sociales y no tienen más salida que despojarse de sus complejos y expresar libremente sus deseos más íntimos.




lunes, 5 de mayo de 2014

El peculiar castillo de Lloret de Mar

Una de las imágenes más fotografiadas es la del que se supone ser "el castillo medieval de Lloret de Mar", situado en la playa de Sa Caleta. Y nada más lejos de la realidad.


El Castell de Santa Maria, o más conocido con el nombre de Castell d'en Plaja, se trata de una edificación bastante reciente. En concreto, empezó a construirse en el año 1933 y se terminó cuando finalizó la Guerra Civil.


El edificio, que recuerda a los antiguos castillos medievales, se encuentra situado sobre un cerro bien visible desde la playa (Turó Rodó). De planta rectangular, consta de dos torres, una más grande - pero más baja -  que la otra. El estilo es vagamente neogótico, con oberturas ogivales. El castillo cuenta con un camino protegido por un muro, como unos escalones siguiendo las rocas, que acaba sobre el mar, con un pequeño mirador con unas excelentes vistas. El castillo se construyó con piedras extraídas del mismo terreno.


Se trata, por tanto, de una construcción privada, ideada por el empresario gironí Narcís Plaja Martí, casado con María Vilà i Ruyra (sobrina del escritor Joaquim Ruyra) y propietario de la fábrica "Galetes Plaja" de Girona. El arquitecto que llevó a cabo la obra fue Isidre Bosch i Bataller.

Cuenta el señor Sala i Lloberas en su libro "La costa de Lloret" que cuando el señor Plaja venía al castillo era normal verlo hablar con los pescadores. Durante medio siglo pasó aquí largas temporadas rodeado del mobiliario de estilo feudal, a imagen y semejanza de su vivienda.


Actualmente sigue estando en manos de los herederos de la familia Plaja, y aquellos que se acerquen hasta él, que no esperen poder acceder a su interior. Eso sí, no se queden a las puertas del castillo, continúen el Camí de Ronda que les llevará a preciosos parajes...


miércoles, 26 de marzo de 2014

Una visita al Bokor National Park, con paseo en barca al atardecer

La misma tarde que llegué a Kampot, y sin dedicarme a comparar precios, contraté la excursión al Bokor National Park, en “una agencia” (que no era más que una caseta con un par de sillas) situada enfrente de mi alojamiento.
Por 12$ te recogían en tu alojamiento, te llevaban al Bokor National Park (entrada incluida), luego te llevaban hasta las cascadas Popokvil y finalmente te devolvían a Kampot donde podías hacer un crucero de una hora por el río viendo el atardecer. También incluía la comida y agua.
Éramos un grupo de unas 8 personas, la mayoría ingleses, y no todos habíamos contratado lo mismo. Unos chicos habían contratado la excursión pero haciendo la vuelta en bicicleta; un matrimonio francés mayor había contratado además de la excursión un trekking de un par de horas por el parque; el resto haríamos la vuelta en la minivan. Yo pregunté por el trekking pero a mí me dijeron que no se hacía. Nuestro guía “Kim”, un hombre de 37 años, nos dio un montón de explicaciones sobre los orígenes del lugar y sus diferentes funciones a lo largo de los años. No quiso nombrar a los jemeres rojos, incluso cuando uno de los componentes del grupo le preguntó. Indudablemente hay heridas que necesitan más de 35 años para cerrarse.
Bokor National Park, también conocido como Preah Monivong National Park, es un parque de 1581 quilómetros cuadrados, a una media hora de la ciudad de Kampot, célebre por su estación francesa de montaña abandonada. Fue establecido como parque nacional en 1993 y se extiende por cuatro provincias de Camboya. Entre los animales en peligro de extinción que “viven” en el parque se encuentran tigres, elefantes, osos…
Bokor Hill Station fue construida por los franceses en la década de los años veinte en lo alto de Phnom Bokor como lugar de escape del sofocante calor de las llanuras. Desde entonces ha sido abandonado dos veces, la primera vez durante la II Guerra Mundial y la segunda vez durante el mandato de los Jemeres Rojos, que la usaron como campo de entrenamiento, y que no lo abandonaron hasta la década de los noventa.

Aquí os dejo unos links con información extra:

La primera parada que hicimos fue para admirar las vistas. Desde el mirador pudimos apreciar la llanura serpenteada por el Prek Kampot, y el guía nos explicó qué cultivos se llevaban a cabo en esos campos.


Subimos un poco más arriba hasta llegar a los pies de la cima de la montaña, donde se encuentra la residencia de verano del Rey Sihanouk y el monumento a Lok Yeay Mao.
Las ruinas de Veang Khmao o Palacio Negro eran la residencia de verano del Rey Sihanouk. Aquí venía el rey, junto a sus concubinas, a escapar del sofocante calor de la capital (y seguramente a otras cosas). Se trata de un pequeño palacio, construido en 1936, donde lo mejor son las vistas. Actualmente viven aquí los “cuidadores” del edificio, aunque nosotros no los vimos.


En la cima de la montaña se encuentra el monumento a Lok Yeay Mao. Se trata de una estatua construida en el año 2010, de unos 29m de altura, en postura de meditación, com un Buda, con la mirada fija en el Golfo de Tailandia. Está considerada el espíritu protector de los viajeros, los pescadores y los cazadores.


Después nos dirigimos hacia las ruinas de la antigua Iglesia Católica, de estilo neorrománico, construida por los franceses, como parte del pueblo francés que allí se construyó. El interior está bastante bien cuidado, hay velas de uso reciente e incluso una Biblia en jemer. Si se sube a la montañita que hay justo detrás se tienen unas vistas del valle impresionantes.
El Khmer Rouge tomó el control de la zona circundante Bokor en 1972 , obligando al a élite jemer a abandonar la estación de montaña también. Durante la invasión vietnamita de 1979, hubo peleas entre vietnamitas y jemeres rojos también en la iglesia; los agujeros de bala son todavía evidentes.




Por último visitamos las ruinas del antiguo Palacio y Casino de Bokor. Construido por los colonos franceses entre 1917 y 1925, se trata de un edificio de estilo colonial con unas espectaculares vistas del valle. Durante los años cincuenta y sesenta, fue utilizado como casino. Este majestuoso hotel se supone que está siendo rehabilitado, pero cuando yo lo visité no había ninguna obra en marcha (en verdad, no había ninguna obra en marcha en todo el parque). Lo mejor, con diferencia, las vistas que se aprecian desde la planta más alta del edificio; no dudéis en subir hasta arriba del todo!





El siguiente punto del tour fueron las cataratas Popokvil, a unos 4 quilómetros de donde nos encontrábamos. Popokvil significa “nubes arremolinadas”, y el nombre hace referencia a los nubes de niebla que a veces se forman en la zona. 
Se dice que es un lugar ideal para darse un baño en un día sofocante. Tristemente no pudimos ver ni una gota de agua, ya que se encontraban totalmente secas. Aún así, es un lugar ideal para apreciar la flora, descansar y dar buen provecho del almuerzo que nos proporcionó el guía.


Ésta fue la última visita de la excursión; desde aquí pusimos rumbo a Kampot. Serían como las 14h de la tarde cuando nos bajábamos del coche. Pero aquí no acababa la excursión, ya que continuaba más, tarda, con un paseo en barco por el río Kampong Bay, al atardecer.

La excursión al Bokor National Park junto con las cascadas Popokvil se puede hacer perfectamente en una mañana, a así que a eso de las 14h ya estamos en vuelta en Kampot.
Yo contraté esta excursión porque leí en alguna parte (Lonely Planet, seguramente) que no se puede hacer por libre, es decir, que no puedes ir tú por tu cuenta al parque. ¡ERROR! SÍ puedes ir, pagarás por el vehículo con el cual entres (seguramente una moto, ideal para una o dos personas, olvidaos de la bicicleta que es todo subida). Una vez dentro, y enseñando el tíquet que te dan al pagar, puedes ir por tu cuenta a todos los sitios. Y, lógicamente, os saldrá mucho más barato (además de que aprovecharéis mil veces mejor el tiempo de que dispongáis).
Por suerte, la excursión incluía un paseo en barco por el río Kampong Bay al atardecer, que, por ser ese día en concreto, se alargaría un par de horas más hasta el anochecer, y nos llevarían a ver las luciérnagas. He de reconocer que el paseo estuvo genial, fue tranquilo y entretenido. Además en el barco servían comida y bebida a muy buen precio. Luciérnagas vimos pocas (imposible hacer foto), pero las tres horas del barquito merecieron la pena (y sin tener que pagar un céntimo más).




(Escrito en Koh Rong Sanloem; publicado desde Lloret de Mar)

domingo, 2 de marzo de 2014

Alojamiento en Kampot

Kampot está de moda, eso significa que los alojamientos económicos se llenan en seguida, y que van quedando las habitaciones más caras.

El centro de Kampot no es excesivamente grande, así que no es difícil encontrar un buen alojamiento bien situado. Yo elegí The Magic Sponge por los comentarios que leí en internet. Aunque no es mi costumbre, esta vez decidí alojarme en un habitación compartida, ya que había leído buenas opiniones sobre el lugar y tampoco era una habitación con demasiada gente: 6 camas, a 3$ la cama.



El sitio está limpio, las camas tienen mosquitera y caja fuerte, hay un ambiente estupendo y los dueños son amabilísimos. Además ofrecen unas comidas increíbles (un poco caras, pero las raciones son enormes). También tienen una zona “recreativa” para los clientes: un piano y una guitarra, un minigolf… Y ofrecen servicio de lavandería (1$ el quilo de ropa). Hay wifi gratuita para los clientes, pero la señal es bastante débil en el dormitorio, hay que bajar al primer piso o a la recepción para que funcione como es debido.



Como inconvenientes (que creo que sólo afectan al dormitorio compartido) se encuentra la falta de enchufes en toda la habitación (señores, ¡esto hay que arreglarlo ya!), que sólo hay un baño (aunque siempre estaba libre, ventaja de dormir en una habitación donde 4 eran chicos) y que el agua de la ducha está fría. Pero bueno, por 3$ la noche tampoco está nada mal.
Otra cosa, el ruido por la noche (o mejor dicho, los perros aullando como posesos por la noche) era horrible. La habitación daba a una terraza chulísima… pero sin puerta. Así que tooodo el ruido de la calle se colaba en la habitación.



Se trata de un alojamiento totalmente recomendable, mejor si os hacéis con una habitación privada (el precio de la habitación doble es de 12$ la noche, sin desayuno). 

The Magic Sponge
Guesthouse Street, off the Salt Workers Roundabout
Kampot
+855-17-946-428
booking@magicspongekampot.com


(Escrito en Koh Rong Sanloem; publicado desde Lloret de Mar)

Kampot está de moda

Llegamos a Kampot después de un largo viaje, eran casi las 17h de la tarde. El centro de Kampot es pequeño, y desde ahí hasta los alojamientos que tenía apuntados apenas tardé 15min caminando (¡bendito GPS!).
El bus nos dejó en Old Market St; lo que más me sorprendió fue comprobar la cantidad de restaurantes y bares para extranjeros que había a ambos lados de la calle. Lo siguiente, una boda, ¡y menuda boda! Dos carpas enormes, a ambos lados de Old Market St.

En una de las carpas se estaban celebrando la ceremonia, la otra estaba lista para dar de comer a los invitados, con un grupo de música amenizando la velada. La celebración de bien seguro que duró toda la noche.
Kampot es la capital de la provincia de mismo nombre, al sur de Camboya. Se trata de una tranquila ciudad, a orillas del río Kampong Bay y a pocos quilómetros del golfo de Tailandia. Kampot es conocida por su pimienta negra, además de ser un punto estratégico para visitar el Parque Nacional de Bokor y la población cercana de Kep. Son muchos los que vienen aquí a descansar del sofocante calor de Camboya.

Kampot parece no tener nada especial, ciertamente se encuentra cerca de diversos lugares de interés, pero el pueblo en sí no es ni bonito ni interesante. Aún así, parece que Kampot está de moda; son muchos los extranjeros que han fijado su residencia aquí y han iniciado un negocio. La tranquilidad de este pueblo lo hacen ideal como lugar de retiro.
El primer día lo dediqué a contratar la excursión a Bokor National Park y poco más. Miré los restaurantes que dan al río, buscando dónde cenar y todos me parecían muy caros, casi a precio europeo; aquí la cerveza ya no era tan barata y parecía complicado comer por menos de 3$.
Suerte tuve de un evento que se estaba celebrando, un concierto al aire libre, patrocinado por una compañía de telefonía móvil. Los cantantes me recordaban a los de “Operación Triunfo”; mucha gente, no sólo jóvenes sino también adultos y niños (y muchos en pijama) escuchaban la música, bebiendo y comiendo (pero no bailando). Varios puestos de comida estaban allí montados. Y aquí sí pude comer barato y probar por primera (y última vez) el feto de pollo. 


La fiesta parecía que iba durar toda la noche, la música del escenario competía con la de la boda que se estaba llevando a cabo no muy lejos de allí. Camboyanos y extranjeros se mezclaban por las calles de Kampot. Hacía fresco, apetecía ponerse algo de manga larga. La gente saludaba amablemente cuando pasabas por delante de sus negocios. Todo el mundo se lo estaba pasando bien. 
Durante los siguientes días, y mientras me fui desplazando desde Kampot hasta Sihanoukville y finalmente Phnom Penh, hablé con varios turistas sobre esta pequeña ciudad. Todos decían maravillas de ella, suspiraban por volver a sus tranquilas y frescas calles, como si de una segunda residencia se tratara. A todos les parecía un lugar ideal para pasar amenos una semana apacible. No cuesta demasiado entender por qué Kampot está de moda.



(Escrito desde Koh Rong Sanloem; publicado desde Lloret de Mar)

Alojamiento en Kampong Chhnang

Kampong Chhnang es la capital de la provincia de mismo nombre. Se encuentra en el centro de Camboya, en el lado oeste del Tonle Sap. Su puerto es relativamente importante, sobretodo a nivel comercial, ya que conecta la población con la cercana Phnom Penh
Después de leer el blog de Carol, decidí parar en este pueblecito para poder visitar las aldeas flotantes de Phnoum Kandal y Chong Kos. 
Kampong Chhnang no se encuentra dentro de los circuitos turísticos por lo que no cuenta con demasiados alojamientos. Aún así, en cuanto os bajéis del bus, habrá algún tuk-tuk esperando a ver si llegan turistas.
Tras consultar la web de Travelfish (que me resulta sumamente útil para viajes en Asia), iba con la idea de alojarme en Sokha Guesthouse, y hacia allí que me dirigí caminando en un agradable paseo de unos 15min. Pero no sé por qué razón no di con él, o alomejor sí que di con él, pero ahora se llama de otra forma. En resumen, en el lugar donde debería estar Sokha Guesthouse, se encontraba uno llamado Garden Guesthouse. Y como no se veía ningún otro alojamiento cerca, decidí preguntar en éste.



Se trata de una casa familiar donde han habilitado diferentes habitaciones, además de un bloque de una planta con dos habitaciones dobles (donde cabían perfectamente cuatro personas por habitación) y un saloncito común. A mí me dieron una de estas mega-habitaciones. El precio, 7$ la noche. La habitación contaba con baño con agua caliente (pero no papel higiénico) y tenían wifi, pero la señal no llegaba dentro de la habitación. También me dieron una toalla.


Además, cerca tenéis un par de restaurantes (uno más turístico, el otro 100% local) donde comeréis muy bien y a buen precio.
La dueña, una señora muy simpática y con dotes de mando, rápidamente se encargó de organizarme la corta estancia allí: me buscó un tuk-tuk para ir hasta el río (su sobrino) y se encargó de mi billete de bus para Kampot.
Por falta de tiempo sólo estuve una tarde en Kampong Chhnang y me habría gustado dedicarle un día más para conocer los alrededores. Sólo pude pasar un par de horas en el centro, recorriendo su mercado y saludando a todos los niños al pasar.

Por calidad/precio os recomiendo este alojamiento. No tiene web pero si paráis en este pueblo no creo que resulte un problema que tenga habitaciones libres. 

Garden Guesthouse
No sé la dirección, pero si buscáis en el Google Maps os aparecerá el icono del hostal
Kampong Chhnang


(Escrito en el vuelo de vuelta a casa; publicado desde Lloret de Mar)

Alojamiento en Battambang

Después de leer las críticas en Tripadvisor, me decidí por Battambang My Homestay para alojarme las dos noches que estuve en Battambang. Se trata de un homestay bastante nuevo, formado por dos edificios de planta baja divididos en unas 10 habitaciones por planta.
Las habitaciones son de buen tamaño, tipo bungalows. La mía tenía ventilador, pero creo recordar que también las había con aire acondicionado.


El precio de la habitación incluía el desayuno, pero ningún día pude disfrutar de él ya que me marchaba antes de que empezara (a las 8h). Por lo que me contó el dueño, cada día preparan un desayuno diferente, no se puede elegir, a no ser que algo no guste (por ejemplo, que haya carne en el desayuno y la persona sea vegetariana), en tal caso se puede cambiar. Personalmente, considero un inconveniente que el desayuno sea “tan tarde”. Aún así, las dos noches que pasé allí vinieron a traerme agua y fruta (deliciosa).

El dueño del homestay, ofrece servicio de pick-up cuando llegas, ya sea a la parada del bus o al puerto. A mí no me vino a buscar, al parecer por culpa de una confusión ya que él entendió que llegaba por barco y no por bus.
Tienen servicio de lavandería, a 1$ el quilo de ropa.
Si lo necesitas, tienen bicicletas a disposición de los clientes.
Puedes contratar con él el servicio de tuk-tuk, de tal forma que te recogen y te traen al hostal (son conductores que trabajan para él). El precio es caro, sobretodo si sois dos o menos. A mí me pedía entre 20$-25$ por un tuk-tuk todo el día, saliendo sobre las 9h y volviendo a las 19h, haciendo las visitas que yo tenía pensadas. 
El hostal está muy lejos del centro de Battambang, a una media hora caminando por una carretera que por la noche no está iluminada. Además, las casas por las que vas pasando tenían perros, y más de uno me siguió un buen trozo (temiendo yo que finalmente acabara mordiéndome).
En mi opinión, si volviese a Battambang, no me alojaría aquí, principalmente por su lejanía con el centro de Battambang. El lugar estaba impecable, los dueños eran muy amables, pero el hecho de tener que volver temprano y el no poder disfrutar del desayuno (además de que no me ofrecieran la opción de “desayuno para llevar”) hacen que no pueda recomendar este lugar.


Battambang My Homestay
Street 509, cerca de Street 156
Afueras Battambang
+855 12-300-249
bbmh.guesthouse@yahoo.com


(Escrito desde Koh Rong Sanloem; publicado desde Lloret de Mar)