miércoles, 5 de febrero de 2014

Alojamiento en Siem Reap

En Siem Reap me he alojado durante 5 noches en el Golden Takeo Guesthouse.



Se trata de un hostal económico situado a unos 15min andando de Pub Street. En las calles adyacentes encuentras restaurantes y tiendas, aún así el hostal vende bebidas a buen precio y es posible comer o cenar en su azotea. Tienen servicio de recogida cuando llegas ya incluido en el precio de la habitación. Hay wifi gratis y con buena señal en todo el hostal y un par de ordenadores a disposición de los clientes. Como dato curioso, también tiene una piscina con peces para probar el “fish-spa” totalmente gratis. Tienen servicio de lavandería a 1$ el quilo de ropa. Alquilan bicis de montaña por 5$ al día con casco incluido en el precio.


La habitación es grande, con aire acondicionado o ventilador. El baño también es de buen tamaño y tiene agua fría y caliente. Todo el alojamiento está impecable (incluso para los estándares europeos); limpian la habitación a diario, pero bastante tarde, así que si llegas al hostal sobre el mediodía pues no la encontrarás hecha. Aún así, si necesitas cualquier cosa sólo con salir a pedirlo a la recepción lo tienes al momento.
El precio de la habitación es de 16$ la individual y 17$ la doble e incluye el desayuno (y además te lo preparan para llevar si marchas a ver el amanecer en los templos de Angkor). El desayuno es súper completo, tienes varias opciones donde elegir, y siempre va acompañado por te o café y un plato lleno de fruta cortada.

El dueño y todas las personas que trabajan aquí son muy serviciales; siempre estaban dispuestos a ayudarme en lo que hiciera falta. A través de ellos compré el billete de bus para Siem Reap, al mismo precio que en las agencias, pero con el servicio de pick-up a la estación de buses incluido en el precio. También le pregunté el precio por diferentes excursiones (que finalmente no hice por ser muy caras) y me las ofreció más baratas que en otras agencias.


También contraté con ellos el servicio de tuk-tuk durante tres días para visitar los templos de Angkor. Me ofrecían el mismo precio que los tuk-tuk de la calle y además el conductor se adaptó completamente a mis peticiones. Todo salió perfecto.



Considero que la relación calidad/precio es excelente. Me marcho de este hostal muy contenta por el trato recibido y os lo recomiendo a todos los que vengáis a Siem Reap.

Golden Takeo Guesthouse
#0123, Wat Bo Village, Salakamroek Commune
Siem Reap, Cambodia
+855 12 785 424
goldentakeo@gmail.com




lunes, 3 de febrero de 2014

Angkor - Toma 2

Estaba dudando en dejarle este nombre u otro que define mucho mejor cómo ha sido el día de hoy: “Indiana Jones y los chinos malditos”.
Segundo día en Angkor. Hoy tocaba ver el archiconocido amanecer en Angkor Vat, y después visitar algunos de los templos más conocidos, además de otros no tanto. 
Quedé con mi conductor de tuk-tuk a las 5h de la mañana, para poder estar frente al famoso templo a eso de las 5:30h, pillar un buen puesto, instalar el trípode y esperar al amanecer. 
En el hostal se enrollaron mucho y me prepararon un picnic para el desayuno; así que bien cargadita pusimos rumbo al mirador. Como era de esperar, al llegar estaba a tope de gente, que digo gente, CHINOS, CHINOS EVERYWHERE!! Es cierto que el día anterior me había encontrado algún que otro chino, pero lo de hoy… ¡mare meva! Un funesto presagio cruzó mi mente… “seguro que todos estos chinos luego no vuelven al hotel, sino que se ponen a toquetear piedras y hacer posturitas… me los voy a encontrar por todas partes”.
Busqué un sitio libre, empecé con el montaje del dichoso trípode (para lo que me sirvió al final…) y a esperar, esperar y esperar. Casi 40min esperando la salida del sol, siendo empujada por chinos todo el rato y al final había nubes y ha quedado bastante deslucido. ¡Mañana no pienso madrugar!
Amanecer en Angkor Vat

Una vez ya con la luz del día, tocaba ponerse con las visitas programadas para hoy: Angkor Vat, Thommanon, Chau Say Tevoda, Spean Thma, Preah Khan, Neak Pean, Baksei Chamkrong y Phom Bakheng. En total han sido más de 7h desde que salí del hostal hasta que volví, personalmente creo que tiempo más que suficiente viendo chinos montados en piedras.
Os paso a explicar cada uno de los templos y ponlo la correspondiente fotito que he hecho con el móvil. No lo dije ayer pero prefiero no dar mucha información ya que creo que éste es un lugar para vivirlo, no para leerlo, y que cuantas más sorpresas te lleves, mejor. Allá vamos.

Angkor Vat
Lógicamente, ésta tenía que ser la primera visita ya que es donde vi el amanecer. Angkor Vat es el monumento más conocido de todo Angkor, yo personalmente no estoy de acuerdo al 100% (y a falta de un día más). Construido por Suryavarman II entre 1113 y 1150, conocido antiguamente como “la morada de Visnu”, estaba dedicado a esta deidad, con la que Suryavarman II se identificaba. El nombre actual significa “ciudad real que es un monasterio”. El complejo es enorme, abarca una superficie de unos 2 quilómetros cuadrados. Igual de fascinante es el foso que lo rodea, que recibe el agua de uno de los afluentes del Siem Reap.
Es un sitio realmente mágico, aquí empiezas a sentirte ya un poco como “Indiana Jones”; grandes salas, piedras gigantescas, pasillos que llevan a grandes espacios dónde estructuras que parecen olvidadas en el tiempo y el espacio se descubren antes nuestros ojos… Lo dicho, es como estar en una peli de Indiana Jones, qué ¡ganas de explorar que te entran! Subes escaleras, bajas escaleras, ahora entras en una sala, sales por otra… el tiempo pasa rápido mientras estás descubriendo este enorme recinto. Es un lugar imprescindible.
Angkor Vat

Angkor Vat

Chau Say Tevoda
Después de Angkor Vat, y una vez acabado el picnic del desayuno, tocaba el siguiente templo de la lista: Chau Say Tevoda. Se trata de un templo construido seguramente por Suryavarman II; se cree que el templo era accesible desde el río Siem Reap. 
Se trata de un templo pequeño, y aquí nuevamente volvía a estar bastante tranquila, sólo algunos niños intentando vender pulseras y un par de turistas chinos rondaban por aquí.
Chau Say Tevoda

Thommanon
Justo enfrente del anterior se encuentra el templo Thommanon. El estilo arquitectónico es de finales del siglo XI o principios del siglo XII, pero se desconoce quien lo mandó construir y la fecha exacta.  Se trata de un templo pequeño, que fue reconstruido en la década de 1960. 
En este caso se trata de un templo más conocido que el anterior, y eso se nota en las paradas de souvenirs que encuentras antes de entrar. Aquí empezó mi calvario chino que ya me acompañó durante toda la jornada; y cuando pensaba que en un templo no podían caber más chinos, en el siguiente siempre había más.
Thommanon

Spean Thma
Cuando abandonas los dos templos anteriores en dirección a Preah Khan, a tan sólo pocos metros de ellos, se encuentra este puente. Spean Thma significa puente de piedra y fue construido en el siglo XV - XVI. No es que sea algo especialmente interesante, pero pillaba de camino y no era necesario bajar del tuk-tuk para tomarle un par de fotos.
Spean Thma

Takeo
Se trata de un templo - montaña, construido por Jayavarman V, iniciando su construcción en el 985. El templo nunca llegó a ser terminado.
Actualmente se encuentra en obras, y no veáis qué obras. En realidad, la mayoría de los templos de Angkor están en obras, pero eso no significa que veas a personas trabajando. En Takeo, en cambio, sí que las ves, y no sólo personas, también máquinas y grúas. Quizá tenga algo que ver que parte de la inversión procede de China…
Se puede subir arriba y admirar las vistas, pero yo, sinceramente, con el gripazo que llevo encima y viendo cómo eran las escaleras (chicas, Angkor es un lugar ideal si queréis fortalecer glúteos), desistí de subir. Los chinos, en cambio, no le tienen miedo a nada, y vistiendo de la manera más hornera posible, no pierden la oportunidad de hacerse una foto en las posturas más extravagantes, aún incluso inclumpiendo las normas.
Takeo

Preah Khan
Para mí, el templo estrella de hoy, incluso por encima de Angkor Vat (espero no ofender a nadie). Lástima de mis amigos los chinos…
Preah Khan fue construido por Jayavarman VII a partir de 1184 y dedicado en 1191 a su padre Dharanindravarman, que se identificó con el Bodhisattva Lokeshavara. Este lugar no era sólo budista, sino que además alojaba también templos hindúes y dedicados a los genios locales, los ancestros reales y las figuras humanas divinizadas. Se trataba de una auténtica ciudad con 102 edificios de piedra.
Este sitio me encantó. La entrada al complejo es espectacular y lo que te espera dentro te sorprende aún más. Además, se encuentra semiderruido, lo que le da más realismo y fuerza. Vas atravesando salas llenas de piedras, con la sensación de estar en un lugar que no ha sido tocado por la mano del hombre en siglos, y en donde la naturaleza se ha adueñado de todo lo que ha podido. Un sitio con muchísima magia.
Preah Khan

Preah Khan

No quiero que parezca que les tengo manía, pero el hecho de encontrarte en sitios tan místicos y de repente verte rodeada de grupos de chinos que lo tocan todo, que se hacen fotos al lado de todo, que gritan, que tiran botellas vacías al suelo… En fin, que si tenía ganas de ir a la China, pues de momento se me han pasado.

Neak Pean
El complejo Neak Pean contuvo en su día 13 estanques, cinco de ellos (el principal y uno a cada lateral) han sido restaurados. En el centro del estanque principal hay un islote circular que que contiene un pequeño templo reconstruido.
Después de la visita anterior este templo queda un poco deslucido, sobretodo porque al ser unas piscinas y estar llenas de agua no era posible acercarse a él (se encuentra en el centro de la piscina principal) ni observar los detalles de las figuras decorativas (que quedan bajo el agua). Quizá lo más bonito es la plataforma de madera que atraviesa un estanque y hay que recorrer para llegar hasta el monumento.
Neak Pean

Baksei Chamkrong
El inicio de la construcción de este templo se atribuye a Harshavarman I, si bien fue terminado probablemente por su sucesor, Rajendravarman, en 947. Baksei Chamkrong está dedicado al dios Siva.
Una visita totalmente prescindible, además de que es un templo pequeño, es bastante complicado subir hasta arriba ya que las escaleras tienen mucha pendiente (y creo que aparte de las vistas no hay nada más interesante).
Baksei Chamkrong

Phnom Bakheng
El último templo del día fue el Phnom Bakheng, también conocido como “la colina poderosa”. Se trata de una elevación natural de terreno de 70m en la que se erigió un templo - montaña, centro de Yashodharapura, la nueva capital de Yashovarman I, quien fue coronado en 889.
A este templo se puede subir en elefante (20$) o caminando (apenas 10 min), a través de un camino abierto en la montaña. Actualmente está siendo “reconstruido”. Merece la pena subir y ver la frondosidad del bosque que rodea toda la zona.
Phnom Bakheng

Y aquí acaban mis visitas por hoy. Mañana es el último día de templos y el más espectacular: Angkor Thom, Bayon y Ta Prohm, entre otros me están esperando.


(Escrito y publicado desde Golden Takeo Guest House, en Siem Reap)

domingo, 2 de febrero de 2014

Angkor - Toma 1

Cuando estuve pensando la ruta, decidí que quería dedicar al menos tres días a los templos de Angkor, y si podía meterlo en el itinerario, entonces añadiría una día más para ver los templos que se encuentran más alejados.
Negocié el itinerario de esos tres días con el mismo tuk-tuk que me envió la guesthouse a recogerme a la estación de buses. El tema de qué templos visitar y cómo distribuir las visitas en tres días me trajo de cabeza una temporada. Al final decidí dedicar esa tarea a los profesionales y me compré la guía “Los Tesoros de Angkor” de Marilia Albanese, que incluye itinerarios “recomendados” según el número de días que tienes disponibles. Además añadí un par de templos más que me parecían interesantes. El conductor del tuk-tuk al principio quería venderme el típico circuito, el circuito corto + el circuito largo, pero yo le dije que ni hablar, que quería lo de la guía. Al final el precio acordado han sido 55$ por los tres días. incluye amanecer y atardecer el segundo y tercer día.
"Los Tesoros de Angkor" y pase para 3 días

Hoy domingo he realizado el primer día de piedras. Os explico brevemente en qué ha consistido y después pongo algo más de info sacada de la guía y alguna foto (perdonad la calidad pero son fotos sacadas con el móvil).
  • El tuk-tuk me recoge a las 07:30. Vamos al centro de información turística y me saco el pase para 3 días (40$, se puede usar dentro de esa semana, no tienen que ser días consecutivos).
  • Templos visitados: Lolei; Preah Ko, Bakong, Banteay Srei, Kbal Spean, Banteay Samre, Pre Rup
  • Vuelta al hotel (sin parar a comer ni nada) a las 16h


Bueno, os pongo algo más de información de los templos visitados.
Grupo Roluos
Los tres primeros templos visitados, Lolei, Preah Ko y Bakong, se engloban dentro del grupo Roluos. En estos tres templos apenas me tropecé con gente, y tan contenta estaba yo que pensaba que sería más o menos así en todos.
El primer templo que visitamos es el templo Lolei. Se encuentra a unos 13km de Siem Reap. Fue construido en el año 889 por Yashovarman I en memoria de su padre Indravarman y de sus regios antepasados.
Lolei

El siguiente templo fue el templo Bakong. Construido en el año 881 por encargo de Indravarman I. Se trata del primer templo construido en arenisca y se le considera el prototipo de templo-montaña.
Bakong

Por último, visité Preah Ko, el templo del toro sagrado, dedicado al dios Siva. Fue construido en el año 879 por el rey Indravarman I, en honor a sus ancestros.
Preah Ko

Banteay Srei
Aquí empezó mi paseo por el chinatown de las piedras. Jamás pensé que podría ver a tantos chinos juntos. Ciertamente ahora están de vacaciones pero… ¿no podrían quedarse en su país? Ya no es por la cantidad, sino por la manera en que se comportan (suerte de las poses esas raras que hacen que te permiten reírte de ellos un rato).
Volviendo a lo importante. Banteay Srei fue el primer de los monumentos de Angkor en ser reconstruido (1931). El templo fue erigido por dos ricos brahmanes, Yajnavaraha y Vishnukumara, en el año 967.
Banteay Srei

Banteay Srei

Kbal Speas
Se trata de una zona de rocas talladas, bañadas por uno de los afluentes del río Seam Reap. Después de una subidita trepando por la ladera de un bosque (30min, 1500m), con bastante gente dicho sea de paso, se llega a esta zona con esculturas en las rocas y en el lecho del torrente. La zona estuvo habitada por antiguos ermitaños, que tallaron imágenes divinas y símbolos en las rocas durante el reinado de Udayadityavarma II (1055-1066).
Kbal Spean

Kbal Spean


Banteay Samre
Algunos estudiosos atribuyen su construcción a Suryavarman II, mientras que otros creen que fue edificado por Yashovarman II. Después de Angkor Vat, Banteay Samre es el ejemplo más significativo del periodo. Se trata de un templo muy bonito, que yo inicialmente no tenía apuntado, pero el conductor del tul-tuk me preguntó si quería parar aquí ya que pillaba de camino.
Banteay Samre

Banteay Samre


Pre Rup
Último templo del día. Es uno de los templos - montaña más importantes. Fue construido por el arquitecto Kavindrarimathana, por orden de Rajendravarman II.
Pre Rup

Pre Rup

Y aquí acabó la visita del primer día. Creo que ha sido algo “light”, más rato de tuk-tuk que de templos, pero para ser el primer día no está mal como calentamiento de los dos próximos días.


(Escrito y publicado desde Golden Takeo Guest House, en Siem Reap)

sábado, 1 de febrero de 2014

Bajando a los infiernos

Viernes, 31 de Enero de 2014. Hoy ha sido un día duro, tanto física como psicológicamente, quizá más de lo segundo.
Creo que cuando visitas un lugar, no está de más conocer un poco de la historia de ese sitio, no se trata de acumular conocimiento, sino de tratar de entender qué ha llevado a una sociedad a ser tal y como se presenta en la actualidad ante nuestros ojos.
Cuando buscas información de Camboya, lo primero con que topas es con los espectaculares templos de Angkor, grandes construcciones que maravillan a cualquiera. Pero Camboya es mucho más. Tristemente, la historia reciente de Camboya, tan desconocida para muchos, casi supera en magnitud a la de sus monumentales templos.
Todos, al igual que conocemos el genocidio nazi, deberíamos conocer el genocidio camboyano. No estoy aquí para dar una lección de historia, para eso tenemos a la Wikipedia que cumple perfectamente su función. Tan sólo quisiera dar unos números:
  • Duración del régimen de Pol Pot: del 17 de Abril de 1975 al 7 de Enero de 1979 (3 años, 8 meses y 22 días)
  • Personas que fallecieron durante el régimen de Pol Pot: Aproximadamente 3 millones de personas, de un total de 8 millones
  • Índice pobreza actual de la población: 20,5%
  • Año en que la Comunidad Internacional reconoció el genocidio llevado a cabo por Pol Pot: 1994

Creo que estos datos ayudan a entender la triste y enorme tragedia vivida por el pueblo camboyano, y que aún perdura en sus vidas, porque ciertamente todos han perdido algún ser querido a manos de los Jemeres Rojos.
Saloth Sar, o más conocido como Pol Pot, un hombre de origen campesino pero con estudios cursados en París, fue el autor de una de las mayores masacres del siglo XX, acabando con la vida de un tercio de la población de su propio país. Familias enteras fueron exterminadas sin motivo alguno, desde ancianos hasta niños recién nacidos, todo ello con la idea de evitar futuras venganzas. Intelectuales, profesores, doctores, incluso gente que llevara gafas o con las manos finas fueron esclavizados, torturados y asesinados. Su régimen de terror dejó sumido al país en un estado de pobreza y destrucción aún palpable.
En Phnom Penh, hay dos visitas obligatorias que nos hablan de esta terrible tragedia, los Campos de la Muerte y el Museo del Genocidio.

Choueng Ek
Esta tétrica visita al infierno rojo la inicio en los campos de exterminio, también conocidos como Choueng Ek o Killing Fields. El centro de genocidio se encuentra a unos 15km al sudeste de Phnom Penh; se llega hasta él a través de una carretera medio asfaltar, en la que el polvo te acompaña durante todo el camino. 
Este campo es el más conocido de los 300 que hay repartidos por toda Camboya; no todos están localizados y son accesibles ya que algunos de ellos se encuentran en medio de la selva y rodeados de minas que hacen prácticamente imposible su acceso.
Inicialmente este lugar era un jardín y cementerio chino, aún se pueden observar antiguas tumbas chinas por la zona. Durante el régimen de Pol Pot, cuando el número de “contrarios a Angkar” se incrementaba a diario, se hizo necesario buscar una nueva localización en las afueras de la ciudad donde poder asesinar a los “opositores” al régimen. Y Choueng Ek fue el lugar elegido para ello. Se calcula que en él fueron asesinadas unas 20.000 personas, entre las que se encuentran mujeres, ancianos y niños.

Aquí traían a los prisioneros, previo paso, tortura y posterior confesión por Tuol Sleng; les hacían cavar incluso sus propias fosas, o se tiraba sus cuerpos al lago. No se usaba munición ya que era costosa y escaseaba, se mataba a palos, con lo que hubiese a mano. Los altavoces situados en las ramas de los árboles atronaban las 24h del día cantos revolucionarios comunistas, que por la noche servían para acallar los gritos de los ejecutados. A las mujeres se las desnudaba, violaba y mataba, para después lanzar sus cuerpos al lago. Muchas de ellas tuvieron que presenciar como primero mataban a sus hijos golpeándolos contra un árbol antes de que fuese su turno. ¿Cómo puede el ser humano ser tan malvado?
Una de las tantas fosas comunes encontrada en Choeung Ek

Árbol contra el cual apaleaban a los bebés hasta matarlos

Un monumento conmemorativo se alza en la parte central del lugar. Una stupa budista, construida en 1988, alberga y muestra a los visitantes más de 5.000 cráneos de los fallecidos aquí.
Monumento conmemorativo

La visita se realiza con una audioguía en español que aporta muchísima información. Además, el lugar es tan bonito que resulta chocante que tales barbaridades fueran llevadas a cabo allí. De vez en cuando es necesario sentarse y reposar para intentar asimilar todo lo que el lugar esconde.
Se trata de una visita muy triste, pero a la par necesaria para poder conocer la realidad del pueblo camboyano. Hay que recordar que esto sucedió hace apenas 35 años, así que muchos de nosotros ya habíamos nacido. En Camboya, no hay familia que no haya sufrido la locura de Pol Pot; padres, hermanos, abuelos, hijos… Todos tienen una historia que contar.

Datos prácticos:
La mejor manera de llegar es con tuk-tuk, contad unos 40min. El precio del transporte dependerá de vuestra capacidad de negociación, yo conseguí uno que me trajo aquí, me esperó y después me llevó al S21 y al Palacio Real por 12$, inicialmente me pedía 15$. Sólo esta visita puede costar unos 8-10$.
La entrada al complejo cuesta 6$ e incluye la audioguía.
El horario de visita es de 07:30h a 17:30h, cada día

Tuol Sleng
Después de tan terrible visita, jamás imaginé que la siguiente podría ser aún peor. Tras hora y medio recorriendo los campos de la muerte, puse rumbo al siguiente punto macabro del día: el Museo del Genocidio, también conocido como S21 o Tuol Sleng. Este edificio, que inicialmente era una escuela de primaria y un instituto, se encuentra dentro de la ciudad de Phnom Penh. 
Registro minucioso de todos los prisioneros
Normas del centro de detención que todos los prisioneros debían cumplir

La prisión fue inaugurada en mayo de 1976 y diseñada por Kaing Guek Eav (Duch), quien fue la mayor parte del tiempo su director. Pol Pot eligió este lugar como centro de detención, interrogación y tortura; unas 20.000 personas pasaron por aquí. Los prisioneros llegaban aquí por diversos motivos; inicialmente se trataba de miembros del antiguo gobierno, después fueron vietnamitas, chinos y personas consideradas “enemigas de Angkar” por cualquier razón, por último llegaron aquí los mismos camaradas acusados de atentar contra el partido. El procedimiento siempre era el mismo: los detenidos eran fotografiados e interrogados sobre su pasado; después se les desnudaba y se les quitaba toda posesión que tuvieran. Los prisioneros vivían en condiciones infrahumanas, en pequeñas celdas ya fueran de madera o ladrillo, encadenados a la pared o a largas barras de hierro. Puertas y ventanas estaban “protegidas” con alambres para evitar intentos de fuga o de suicidio. Los Jemeres Rojos documentaban todas las torturas a las que sometían a sus víctimas. Con la invasión por parte de Vietnam, los Jemeres Rojos salieron huyendo de Tuol Sleng, dejando tras de sí catorce cadáveres que hoy se encuentran enterrados en el propio museo. Sólo siete personas salieron de allí con vida.
Sala de tortura, en la pared se puede ver la foto del fallecido que se encontró en ella 
Tumbas de los catorce asesinados que se encontraron al llegar

A mí, particularmente, esta visita me impactó muchísimo más que la anterior. No sé si es porque ya estaba afectada por lo que vi y escuché sobre los campos de exterminio, o por la sensación de  asfixia que experimenté dentro de las salas, o el montón de fotos expuestas… El caso es que tuve que salir fuera varias veces y sentarme en un banco “a descansar”. Además a esa hora ya apretaba el calor. Pese a ello, es una visita que recomiendo totalmente, impactante y escalofriante pero necesaria. Si sois tan aprensivos como yo, intentad realizar las visitas con calma, lo más temprano posible. He visitado varios museos y campos de genocidio en mis viajes y jamás había salido tan afectada de esas visitas como me he sentido hoy.

Datos prácticos
Como llegar: lo mejor es en tuk-tuk, no puedo decirnos nada sobre el precio ya que yo lo hice combinado, pero no debería de ser más de 2-3$ (según donde os recoja).
La entrada al museo cuesta 2$.
El horario de visita es de 7h a 18h, cada día


(Escrito desde Europe Guest House, en Phnom Penh, publicado desde Golden Takeo Guest House, en Siem Reap)

viernes, 31 de enero de 2014

Entrando a Camboya. Datos prácticos

Los ciudadanos europeos necesitamos visado para entrar a Camboya. Este visado se puede tramitar a la llegada al país o se puede obtener con anterioridad tramitándolo online. Podéis encontrar más información aquí:
El coste de tramitar el visado online es superior de hacerlo en persona, pero tengo entendido que hay bastante “mafia” en las fronteras terrestres, así que igual os compensa tramitarlo online.
Es posible entrar a Camboya por tierra, mar o aire. En mi caso, la entrada fue por aire, y tengo que deciros que en esta frontera también se aprovecha del turista si no estás atento.
Había leído que cruzar la frontera terrestre puede llegar a ser desagradable; nosotros, los europeos (incluso los españoles) estamos acostumbrados a la organización, el orden y el cumplimiento de la leyes por parte de los funcionarios. ¿Que el visado vale 20$ y hay que traer una foto?, pues así será. No hay temor, no hay dudas, todo está estipulado y se cumple. Pero cuando vienes a Asia… ¡ay! Mejor olvida ciertas estrecheces mentales; aquí todo varía en función de la persona que te atienda.
Durante el vuelo reparten tres formularios que es necesario rellenar: uno sirve para solicitar el visado; el otro es la concesión del visado, te grapan una parte en el pasaporte y no hay que perderla; por último está el formulario de declaración de bienes.
Formularios a rellenar

Había leído de todo, que si el visado cuesta 20$, que si 25$, que si una foto, que si dos… Así que no sabía qué me iba a encontrar.
Una vez bajas del avión y entras en el aeropuerto propiamente, hay que bajar unas escaleras. A mano izquierda se encuentran unos señores a los que les entregas la solicitud de visado, el pasaporte y una fotografía tamaño carnet; entonces tienes que ir unas mesas más allá y esperar a que digan tu nombre (estad atentos porque pronuncian como les parece) y entonces pagar el visado. El precio de la visa para turista son 20$, no más, si pagáis más pues no os devolverán el cambio a no ser que lo exijáis, si no lleváis dólares pues os harán el cambio que a ellos les parezca, así que mejor id preparados con dólares.
Con el pasaporte en tu poder, a mano derecha, están los señores policías que son los que colocan la pegatina del visado en el pasaporte y grapan en él el documento de salida. El visado tiene un mes de validez, pero es posible hacer una extensión del mismo en caso de necesidad.
Visado y documento de salida grapado al pasaporte

Ya estáis legalmente en el Reino de Camboya. Justo pasado el control de pasaportes están las cintas donde recoger las maletas. Ya con las maletas en mano, unos metros más allá está la salida, donde hay que entregar el documento de declaración de bienes. 
Y ya está. Aquí acaba todo trámite para entrar al país por aire.
Fuera encontraréis una casa de cambio y varios puestecitos donde comprar una sim prepago por si queréis tener internet, contratar taxi o tuk-tuk hasta vuestro hotel, y algunos servicios más.
Yo cambié algo de dinero, de euros a rieles. También compré una sim para turistas de la compañía Cell Card (más información en http://www.travelfish.org/blogs/cambodia/2011/06/23/how-to-get-a-sim-card-in-phnom-penh/).

El tuk-tuk me lo envió el hotel. El precio desde el aeropuerto está fijo, actualmente son 7$ por tuk-tuk y 10$ por taxi, pero si salís fuera del parking del aeropuerto (apenas unos metros caminando), podéis coger transporte hasta vuestro alojamiento por unos dólares menos (creo que tienen que pagar para entrar dentro de las instalaciones del aeropuerto). Desconozco si hay algún transporte público ya que yo ya llevaba el tuk-tuk apalabrado de antemano.
Contad una media hora para llegar al centro de Phnom Penh.


(Escrito y publicado desde Europe Guest House, en Phnom Penh)

Y al fin, el último vuelo

Por fin llegó la hora de tomar el último vuelo. Llegamos a Saigon, en Vietnam sobre las 12h y en “teoría” tenemos una escala para repostar combustible, limpieza del avión, recoger nuevos pasajeros y rumbo a Phnom Penh. Al final esta parada técnica se alarga casi hora y media…
En un vuelo de apenas media hora (con un zumito incluido) llegamos a la capital del reino de Camboya. Por fin, después de interminables horas, puedo gritar:

¡Estoy en Camboya!
Aterrizando (al fin) en Phnom Penh

(Escrito y publicado desde Europe Guest House, en Phnom Penh)

jueves, 30 de enero de 2014

Volando por necesidad

El avión es el mismo, pero los pasajeros han variado enormemente. La mayoría de las caras que observo a mi alrededor son del sudeste asiático; huelo a Asia.
Hora local: 10:40 de la mañana del día 30; hora en España: 04:40 de la madrugada del día 30. Queda aproximadamente una hora para aterrizar en Saigon. El vuelo ha sido bastante aburrido, casi que he echado de menos unas cuantas turbulencias para darle algo de emoción. 
Primero repartieron algo así como mini-pizzas acompañadas de un bizcocho, después de la experiencia con el enrollado he decidido pasar, además tampoco tenía hambre. Después nos apagaron las luces e intenté dormir todo lo posible; he pasado gran parte del vuelo en un estado de duermevela, además tenía algo de frío (nota mental: recuerda que en los aviones hace frío, así que lleva algo que abrigue). Unas tres horas antes del aterrizaje empezaron a repartir el desayuno, justo cuando más dormida estaba; la azafata, muy amable ella, me ha despertado, “Do you want chicken with rice or omelette?”. ¡Ayyy, qué cabreo he pillado! “Nothing! I don’t want breakfast!”. Jajajaja, vaya pataleta. El caso es que me he arrepentido al momento, cuando he visto lo que daban: además del plato principal, el desayuno incluía un cruasán, un bollito de pan, mantequilla y mermelada, fruta y un yogur. Pues me he quedado sin desayuno y sin foto del desayuno.
No sé muy bien cómo funcionará esto de la parada técnica. En Barcelona me comentaron que era obligatorio bajar del avión; de todas formas se trata tan sólo de una parada de una hora (o eso creo). Una pregunta, si pisas suelo vietnamita, aunque no salgas del aeropuerto, ¿se considera como país visitado?
Bromas aparte, ya va siendo hora de pisar tierra firme. ¡Qué poquito queda!

No me gusta volar. Es decir, me encanta viajar pero no me gusta hacerlo en avión; es antinatural y estresante. No puedes disfrutar de los paisajes, apenas te relacionas con la gente que viaja contigo, estás encerrado en un lugar hermético donde no sientes el aire en la cara, no pasas frío o hambre, no saboreas los olores que te rodean… todo está pensado para el máximo disfrute del pasajero pero, ¿cómo disfrutar sin hacerlo a través de nuestros sentidos? Definitivamente, volar no forma parte del viaje, es un mal necesario al que nos tenemos que adaptar. 
Pero, espera, quizá volar sí tiene algo bueno. Ese instante en que el avión está descendiendo para aterrizar, que está tan cerca del suelo que empiezas a apreciar el nuevo mundo que te espera ahí abajo. Cuando tus retinas se llenan de repente de nuevas imágenes, lugares nunca vistos pero durante tanto tiempo soñados, y la tierra se acerca tan rápido que ya distingues edificios, campos, el gran Mekong… y piensas, “ahí voy yo, no sé que me encontraré, pero sé que será fantástico… por fin he llegado”. Bienvenidos a Vietnam.
Aterrizando en Saigon (Vietnam)


(Escrito durante el vuelo Doha - Saigon, publicado desde Europe Guest House, en Phnom Penh)