lunes, 3 de febrero de 2014

Angkor - Toma 2

Estaba dudando en dejarle este nombre u otro que define mucho mejor cómo ha sido el día de hoy: “Indiana Jones y los chinos malditos”.
Segundo día en Angkor. Hoy tocaba ver el archiconocido amanecer en Angkor Vat, y después visitar algunos de los templos más conocidos, además de otros no tanto. 
Quedé con mi conductor de tuk-tuk a las 5h de la mañana, para poder estar frente al famoso templo a eso de las 5:30h, pillar un buen puesto, instalar el trípode y esperar al amanecer. 
En el hostal se enrollaron mucho y me prepararon un picnic para el desayuno; así que bien cargadita pusimos rumbo al mirador. Como era de esperar, al llegar estaba a tope de gente, que digo gente, CHINOS, CHINOS EVERYWHERE!! Es cierto que el día anterior me había encontrado algún que otro chino, pero lo de hoy… ¡mare meva! Un funesto presagio cruzó mi mente… “seguro que todos estos chinos luego no vuelven al hotel, sino que se ponen a toquetear piedras y hacer posturitas… me los voy a encontrar por todas partes”.
Busqué un sitio libre, empecé con el montaje del dichoso trípode (para lo que me sirvió al final…) y a esperar, esperar y esperar. Casi 40min esperando la salida del sol, siendo empujada por chinos todo el rato y al final había nubes y ha quedado bastante deslucido. ¡Mañana no pienso madrugar!
Amanecer en Angkor Vat

Una vez ya con la luz del día, tocaba ponerse con las visitas programadas para hoy: Angkor Vat, Thommanon, Chau Say Tevoda, Spean Thma, Preah Khan, Neak Pean, Baksei Chamkrong y Phom Bakheng. En total han sido más de 7h desde que salí del hostal hasta que volví, personalmente creo que tiempo más que suficiente viendo chinos montados en piedras.
Os paso a explicar cada uno de los templos y ponlo la correspondiente fotito que he hecho con el móvil. No lo dije ayer pero prefiero no dar mucha información ya que creo que éste es un lugar para vivirlo, no para leerlo, y que cuantas más sorpresas te lleves, mejor. Allá vamos.

Angkor Vat
Lógicamente, ésta tenía que ser la primera visita ya que es donde vi el amanecer. Angkor Vat es el monumento más conocido de todo Angkor, yo personalmente no estoy de acuerdo al 100% (y a falta de un día más). Construido por Suryavarman II entre 1113 y 1150, conocido antiguamente como “la morada de Visnu”, estaba dedicado a esta deidad, con la que Suryavarman II se identificaba. El nombre actual significa “ciudad real que es un monasterio”. El complejo es enorme, abarca una superficie de unos 2 quilómetros cuadrados. Igual de fascinante es el foso que lo rodea, que recibe el agua de uno de los afluentes del Siem Reap.
Es un sitio realmente mágico, aquí empiezas a sentirte ya un poco como “Indiana Jones”; grandes salas, piedras gigantescas, pasillos que llevan a grandes espacios dónde estructuras que parecen olvidadas en el tiempo y el espacio se descubren antes nuestros ojos… Lo dicho, es como estar en una peli de Indiana Jones, qué ¡ganas de explorar que te entran! Subes escaleras, bajas escaleras, ahora entras en una sala, sales por otra… el tiempo pasa rápido mientras estás descubriendo este enorme recinto. Es un lugar imprescindible.
Angkor Vat

Angkor Vat

Chau Say Tevoda
Después de Angkor Vat, y una vez acabado el picnic del desayuno, tocaba el siguiente templo de la lista: Chau Say Tevoda. Se trata de un templo construido seguramente por Suryavarman II; se cree que el templo era accesible desde el río Siem Reap. 
Se trata de un templo pequeño, y aquí nuevamente volvía a estar bastante tranquila, sólo algunos niños intentando vender pulseras y un par de turistas chinos rondaban por aquí.
Chau Say Tevoda

Thommanon
Justo enfrente del anterior se encuentra el templo Thommanon. El estilo arquitectónico es de finales del siglo XI o principios del siglo XII, pero se desconoce quien lo mandó construir y la fecha exacta.  Se trata de un templo pequeño, que fue reconstruido en la década de 1960. 
En este caso se trata de un templo más conocido que el anterior, y eso se nota en las paradas de souvenirs que encuentras antes de entrar. Aquí empezó mi calvario chino que ya me acompañó durante toda la jornada; y cuando pensaba que en un templo no podían caber más chinos, en el siguiente siempre había más.
Thommanon

Spean Thma
Cuando abandonas los dos templos anteriores en dirección a Preah Khan, a tan sólo pocos metros de ellos, se encuentra este puente. Spean Thma significa puente de piedra y fue construido en el siglo XV - XVI. No es que sea algo especialmente interesante, pero pillaba de camino y no era necesario bajar del tuk-tuk para tomarle un par de fotos.
Spean Thma

Takeo
Se trata de un templo - montaña, construido por Jayavarman V, iniciando su construcción en el 985. El templo nunca llegó a ser terminado.
Actualmente se encuentra en obras, y no veáis qué obras. En realidad, la mayoría de los templos de Angkor están en obras, pero eso no significa que veas a personas trabajando. En Takeo, en cambio, sí que las ves, y no sólo personas, también máquinas y grúas. Quizá tenga algo que ver que parte de la inversión procede de China…
Se puede subir arriba y admirar las vistas, pero yo, sinceramente, con el gripazo que llevo encima y viendo cómo eran las escaleras (chicas, Angkor es un lugar ideal si queréis fortalecer glúteos), desistí de subir. Los chinos, en cambio, no le tienen miedo a nada, y vistiendo de la manera más hornera posible, no pierden la oportunidad de hacerse una foto en las posturas más extravagantes, aún incluso inclumpiendo las normas.
Takeo

Preah Khan
Para mí, el templo estrella de hoy, incluso por encima de Angkor Vat (espero no ofender a nadie). Lástima de mis amigos los chinos…
Preah Khan fue construido por Jayavarman VII a partir de 1184 y dedicado en 1191 a su padre Dharanindravarman, que se identificó con el Bodhisattva Lokeshavara. Este lugar no era sólo budista, sino que además alojaba también templos hindúes y dedicados a los genios locales, los ancestros reales y las figuras humanas divinizadas. Se trataba de una auténtica ciudad con 102 edificios de piedra.
Este sitio me encantó. La entrada al complejo es espectacular y lo que te espera dentro te sorprende aún más. Además, se encuentra semiderruido, lo que le da más realismo y fuerza. Vas atravesando salas llenas de piedras, con la sensación de estar en un lugar que no ha sido tocado por la mano del hombre en siglos, y en donde la naturaleza se ha adueñado de todo lo que ha podido. Un sitio con muchísima magia.
Preah Khan

Preah Khan

No quiero que parezca que les tengo manía, pero el hecho de encontrarte en sitios tan místicos y de repente verte rodeada de grupos de chinos que lo tocan todo, que se hacen fotos al lado de todo, que gritan, que tiran botellas vacías al suelo… En fin, que si tenía ganas de ir a la China, pues de momento se me han pasado.

Neak Pean
El complejo Neak Pean contuvo en su día 13 estanques, cinco de ellos (el principal y uno a cada lateral) han sido restaurados. En el centro del estanque principal hay un islote circular que que contiene un pequeño templo reconstruido.
Después de la visita anterior este templo queda un poco deslucido, sobretodo porque al ser unas piscinas y estar llenas de agua no era posible acercarse a él (se encuentra en el centro de la piscina principal) ni observar los detalles de las figuras decorativas (que quedan bajo el agua). Quizá lo más bonito es la plataforma de madera que atraviesa un estanque y hay que recorrer para llegar hasta el monumento.
Neak Pean

Baksei Chamkrong
El inicio de la construcción de este templo se atribuye a Harshavarman I, si bien fue terminado probablemente por su sucesor, Rajendravarman, en 947. Baksei Chamkrong está dedicado al dios Siva.
Una visita totalmente prescindible, además de que es un templo pequeño, es bastante complicado subir hasta arriba ya que las escaleras tienen mucha pendiente (y creo que aparte de las vistas no hay nada más interesante).
Baksei Chamkrong

Phnom Bakheng
El último templo del día fue el Phnom Bakheng, también conocido como “la colina poderosa”. Se trata de una elevación natural de terreno de 70m en la que se erigió un templo - montaña, centro de Yashodharapura, la nueva capital de Yashovarman I, quien fue coronado en 889.
A este templo se puede subir en elefante (20$) o caminando (apenas 10 min), a través de un camino abierto en la montaña. Actualmente está siendo “reconstruido”. Merece la pena subir y ver la frondosidad del bosque que rodea toda la zona.
Phnom Bakheng

Y aquí acaban mis visitas por hoy. Mañana es el último día de templos y el más espectacular: Angkor Thom, Bayon y Ta Prohm, entre otros me están esperando.


(Escrito y publicado desde Golden Takeo Guest House, en Siem Reap)

No hay comentarios:

Publicar un comentario