jueves, 6 de febrero de 2014

Angkor - Toma 3


O cuando los indios quisieron comprar a Lara Croft.
Último día en Angkor y lo tenía reservado para algunos de los más espectaculares templos que alberga este lugar.
No tenía muchas ganas de madrugar, además suponía que aunque lo hiciera jamás podría vencer a la horda de grupos de chinos que me estaría esperando en el parque, así que preferí dormir un poco más. Aún así, a las 8 en punto ya estábamos en marcha.
El día de hoy se centró en visitar Angkor Thom, Prasat Kravan, Banteay Kdei, Srah Srang y el famoso Ta Prohm. Amigos, tengo que reconocer que, a pesar de la gente, fue alucinante. Cruzar las puertas que indican la entrada a los templos, atravesar una zona boscosa y encontrarte, ahí frente tuyo, semejante estructura con mil años de antigüedad… sencillamente enmudeces de la emoción.

Angkor Thom
Angkor Thom, la “Gran Capital” es un complejo que encierra tras sus murallas semiderruidas 3 quilómetros cuadrados de grandes maravillas. Se accede a ella a través de cinco puertas monumentales de más de 20m de altura, cuatro en los puntos cardinales y otra (“Puerta de la Victoria”) que daba directamente a la Plaza Real y al Palacio Real. 
Mapa de la zona

Dentro del complejo, el Bayon, en el centro, es la construcción más admirada. Durante muchos años se consideró un santuario hindú, pero en 1925 se reconoció en él una inspiración budista.
Bayon

Bayon

Conocido como el templo de las caras, desprende cierto misterio observar semejantes construcciones. Por desgracia, parece que quieran convertir al Bayon en un espectáculo donde, además de cientos de personas apelotonadas en un lugar tan reducido, puedes (previo pago de un dólar) fotografiarte con un elenco de personajes vestidos de época, como si de Port Aventura se tratara.
Bayon-Aventura

Apenas éramos cuatro gatos

Una vez abandonas el recinto, cruzando al parque que hay justo enfrente, se halla una ruta señalizada que conduce por los otros monumentos de Angkor Thom, que aún sin ser tan conocidos como el Bayon son bastante interesantes.
Lo primero que te encuentras es una pasarela que conduce directamente al templo de Baphuon, completado en el año 1060. Este templo - montaña terminó por derrumbarse ya que es excepcionalmente grande. Actualmente está siendo reconstruido, pero es posible entrar y subir hasta arriba de él, desde donde se obtienen unas estupendas vistas de la explanada.
Baphuon

Baphuon

Al salir de Baphuon, y siguiendo la ruta señalizada, nos encontramos con el santuario Phimeanakas, un pequeño templo rectangular al que se puede subir por una escalera de madera habilitada para ello. Está en bastante mal estado de conservación.
Phimeanakas

Al salir de Phimeanakas, el camino se divide en dos: uno que lleva hacia Preah Palilay y otro que continúa hasta el Palacio Real, la Terraza de los Elefantes y la Terraza del Rey Leproso. Yo fui hacia Preah Palilay y después retrocedí para ver los otros lugares.

Preah Palilay es un santuario budista en medio de la vegetación. Fue construido a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV. Los árboles han intentando tirarlo abajo y lo han rodeado aprisionándolo entre sus troncos. Se encuentra en bastante mal estado, parece que en cualquier momento vaya a venirse abajo.
Preah Palilay

Desde Phimeanakas, y bordeando unas piscinas, se alcanza la entrada del Palacio Real. Su construcción fue iniciada probablemente por Rajendravarman en el siglo X, el edificio fue ampliado por Suryavarman I y, más tarde, totalmente reconstruido por Jayavarman VII en el siglo XII - XIII.
Puerta que comunica el Palacio Real con la Terraza de los Elefantes

A través de la Plaza Real se llega a la Terraza de los Elefantes, diseñada como un escenario teatral de desfiles y ceremonias. La terraza tiene más de 300m de largo y está situada frente al Palacio Real, como si de un balcón real se tratara. Su nombre procede de las enormes cabezas de elefante que protegen las cinco escaleras que dan acceso a la parte superior de la terraza. En los muros, de unos 4m, hay una larga serie de elefantes esculpidos.
Terraza de los Elefantes

Siguiendo hacia el norte se alcanza la Terraza del Rey Leproso. Su construcción se atribuye a Jayavarman VIII. Todo el muro, al que se accede por un pasillo, está decorado con unos bajorrelieves con muchos detalles y algunos en un estado de conservación excelente.
Detalles del bajo relieve en la Terraza del Rey Leproso

Y aquí acaba la visita a Angkor Thom, no si antes pasar por las tiendas, siempre presentes en los monumentos más importantes (y que deberás cruzar sí o sí para poder llegar a los baños).  Calculad que estaréis por esta zona al menos unas 3 horas. 
Pasear por el camino habilitado a través del bosque, mientras atraviesas restos de la antigua muralla y observas desperdigados por el suelo trozos de piedra tallados, es como entrar dentro de esas películas de aventuras que tanto nos gustan. Mil años de historia se extienden ante nuestros ojos, se dejan tocar, y susurran las hazañas de grandes reyes angkorianos. 

Ta Prohm
Ésta tenía que ser una de las visitas estrellas del día, y efectivamente lo fue. Lo que ocurre es que esperaba encontrarme un templo semiderruido, sujetado por el abrazo de los árboles; y su entrada no hace imaginar ni por un segundo lo que esconde su interior… máquinas, máquinas y más máquinas, trabajando sin parar para poner en pie el templo que más publicidad ha proporcionado a Angkor. En este caso son los indios los que están financiando su reconstrucción. 

Atención, estamos en obras

Entrada al Templo de Tomb Raider

Lleno a rebosar de gente, todos caminando hacia el mismo lugar como si de una fila se tratara, unas pasarelas marcan el circuito a seguir, pasando por los puntos estrella del templo. No te puedes detener más de lo imprescindible, o la marabunta de gente se te echará encima Actualmente lleno de ruido y actividad, no es fácil disfrutar de él como es merecido. 
Ta Prohm fue consagrado en el año 1186 por Jayavarman VII, quien lo dedicó a su madre. Dispuesto en medio de la selva, y asfixiado por el kapok y la higuera sagrada, este templo ofrece vistas fascinantes. El templo de Ta Prohm fue utilizado como  una de las localizaciones dónde se grabó la película “Tomb Raider”, hecho que originó que se le conozca desde entonces como el “Templo de Tomb Raider” o el “Templo de Lara Croft”.

Nada puede detener a la Naturaleza


Banteay Kdei
Después de casi una hora recorriendo Ta Prohm, pusimos rumbo al siguiente punto de la lista: el templo Banteay Kdei.
Este templo, destinado a vivienda para los monjes, fue construido por Jayavarman VII en el año 1181, sobre las ruinas de un templo budista.
Banteay Kdei

Banteay Kdei

El complejo es bastante grande, se encuentra amurallado, y está formado por dos edificios unidos por una pasarela. A los alrededores hay un pequeño lago donde pudimos ver a varios chicos pescando.


Srah Srang
Junto enfrente del anterior, cruzando la carretera, nos encontramos con Srah Srang, un mirador hacia el lago. Cuenta con un embarcadero totalmente restaurado.
Srah Srang

Prasat Kravan
El último templo de la lista que íbamos a visitar fue Prasat Kravan.
En otros tiempos rodeado por un embalse, se cree que lo mandó construir Harshavarman I. Es un templo sencillo, en el que destacan los relieves, algunos en un excelente estado de conservación, que representan varios aspectos de Visnu, a quien está dedicado este templo. Ha sido parcialmente reconstruido.
Prasat Kravan
Personalmente lo considero una visita prescindible, sobretodo si se lleva a cabo después de las de monumentos como Ta Prohn.


Aquí acabó mi tercer y último día de visita del majestuoso Angkor, fueron casi siete horas de asombros y admiración.

(Escrito desde Golden Takeo Guest House, en Siem Reap y publicado desde Battambang my Homestay, en Battambang)

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