viernes, 3 de agosto de 2012

¿Qué tiene la prima de riesgo que todos hablan de ella?


Unos con conocimiento, otros sin tener ni idea de lo que significa, el caso es que Prima de Riesgo ha pasado a formar parte de nuestro vocabulario diario. Que si sube, que si baja, que si Grecia con una prima de riesgo como la nuestra ya había sido intervenida… Pero, realmente, ¿qué quiere decir prima de riesgo? ¿Cómo se mide? ¿Qué relación tiene con el interés que se paga por la deuda pública de un país? ¿Cómo me afecta a mí? No sé vosotros, pero yo me he hecho estas preguntas muchas veces en los últimos tiempos. Así que decidí que ya era hora de saber qué se esconde detrás de estas palabras que parecen malditas.


Y ahora intentaré explicaros, de la manera más simple y clara posible, dónde nos lleva la famosa prima.

Según la definición de la Wikipedia: “La prima de riesgo es la cantidad mínima de dinero que hace que el rendimiento esperado de un activo con riesgo exceda el rendimiento conocido de un activo libre de riesgo, o el rendimiento esperado de un activo menos arriesgado, induciendo así a un individuo a mantener el activo arriesgado en vez del activo libre de riesgo.”
O sea, es algo así como un incentivo o “un premio” (económico) que nos dan por elegir la opción más arriesgada en lugar de elegir la opción segura.

¿Y qué tiene que ver eso con España, Alemania y la Unión Europea?
La prima de riesgo de los países de la Unión Europea se calcula respecto de Alemania, ya que se supone que su deuda pública es la que tiene menor riesgo de impago (es decir, la opción más segura). 

Sí, el tío Gilito era alemán
¿Deuda pública? ¿No estábamos hablando de prima de riesgo? Sí, sí, vamos por partes. España, como cualquier país de la Unión Europa necesita emitir bonos de deuda pública a diez años. Con el dinero captado con la venta de dichos bonos los países se financian.

Vale, vale, hasta aquí todo claro. Los países ponen a la venta bonos y recaudan dinero. A cambio, los inversores reciben un interés por la compra de dichos bonos; y cuando éstos lleguen a su vencimiento, vuelven a recibir el dinero invertido. Pero, claro está, el interés del bono varía de un país a otro. 

¿Y qué es lo que hace que dicho interés sea distinto? Pues según la confianza que dé el país (PIB, tasa de paro, crecimiento económico) o la calificación que le den a dicho bono agencias especializadas (¿os suena el término de bono basura?). A menor confianza y peor calificación, mayor interés dará el bono.

Veamos estos datos con un ejemplo numérico:
A fecha de hoy (3 de Agosto de 2.012) el interés del bono alemán a 10 años es del 1,24% y el interés del bono español a 10 años es del 7,15%. Es decir, ¡hay una diferencia del 5,91%!

Y la prima de riesgo es…
Pues la prima de riesgo del bono español es de 591 puntos básicos. O dicho de otra manera, cuando la prima se traslada a las subastas del Estado (venta de bonos), si Alemania, con poco riesgo, tiene que pagar 1,24€ por cada 100€ de deuda, a España, que tiene más riesgos, se le exigen 7,15€. Ahora multiplicad estos 7,15€ por las decenas de miles de millones que cada año emite un país. No es cosa de broma.


Y por último, la gran pregunta: ¿En qué me afecta a mí la prima de riesgo?
Pues para empezar, el hecho de que la prima de riesgo se haya disparado no es más que el reflejo de la desconfianza que existe en el mercado acerca de la solvencia de nuestro país para hacer frente a sus compromisos de pago.
  • La primera consecuencia de una prima de riesgo tan elevada es que la desconfianza de los inversores alcanza a la Bolsa, haciendo que ésta experimente pérdidas continuamente.
  • El gasto público se eleva ya que la financiación pública es más cara.
  • Para reducir el gasto público el Estado despide a funcionarios y rebaja los salarios.
  • La financiación bancaria y de los particulares (nosotros) se complica, siendo más cara y escasa.
  • Disminuye el consumo, disminuye el PIB (debido a las disminución del consumo), augmenta la tasa de paro.
  • Al disminuir el consumo, el Estado recauda menos dinero a través de los impuestos,por lo que seguramente procederá a aumentar el porcentaje de dichos impuestos.
  • Por último, la moneda. El precio del euro disminuye frente al del dólar, así que los inversores apuestan por otras divisas que no sean el euro.
En fin, que al final los afectados acabamos siendo nosotros.

¿Se puede hacer algo para que baje? Pocas son las opciones que tenemos para convencer a los prestamistas del pago de sus créditos. Entre las escasas opciones se encuentra la adopción de políticas económicas austeras, el recorte en la inversión y los gastos y el aumento de los impuestos. También existe la opción de que el Banco Central Europeo compre deuda y bonos de los países donde la prima de riesgo sea tan elevada. Por último existe la opción del rescate, que no es más que un crédito que concede la Unión Europea o el Fondo Monetario Internacional; o dicho de forma más llana, se trata de convertir deuda privada, que por lo general han generado y disfrutado los sectores más ricos, en deuda pública que pagarán principalmente las clases con rentas más bajas. Pero la cosa no queda ahí. El rescate no se produce nunca sin pedir algo a cambio, y ese “algo” seguro que no nos va a gustar.


Así que estemos atentos a lo que nos espera en los próximos meses y vigilemos de cerca a nuestra arriesgada prima.

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